LAS FANTASÍAS SEXUALES.
Cuando probablemente alguien le haya preguntado cual es su fantasía sexual, usted habrá podido contestar con sinceridad o ponerse roja de vergüenza. A fin de cuentas estamos tratando de un asunto del que no suele hablarse con claridad, no es lo mismo hablar de esto que de cocina.
Pero hablar de las fantasías sexuales, es hablar de un campo de la intimidad individual, de nuestra historia de vida, de cómo fuimos creados, educados, de nuestra imaginación, sentimientos, de una gama de deseos y prohibiciones donde están insertos muchos sentimientos.
Tener fantasías sexuales es completamente normal, partir hacia la acción, es decir, buscar la realización de aquello que es para el individuo algo altamente erótico y sensual, además de normal, es también saludable. Saludable es la palabra que merece relevancia tratándose de fantasías sexuales, pues existen factores que pueden ser perjudiciales para el asunto en cuestión. Es muy preocupante, tener fantasías sexuales y no saber discernir entre la realidad y la fantasía. Salir en su busca desenfrenada, sin límites, sin tener la más mínima consideración con la salud mental y física de su pareja, se vuelve una misión muy peligrosa. Y esto puede pasar en los casos que se intenta concretar algo, en el caso de la fantasía sexual realizada sin el consentimiento de la otra persona afectada. Cuando la fantasía sexual de alguien no es compatible con la de su pareja, no existe clima, tensión, diálogo..., que permita a esa persona sentirse bien de realizarla, a no ser que se use la fuerza y violencia, pero entonces ya no estamos hablando de fantasías sexuales, sino de monstruosidades.
Las fantasías sexuales son, en primer lugar, individuales y por eso deben ser respetadas y nunca obligadas, para la satisfacción sólo de uno de los componentes de la pareja. Por ejemplo, una pareja puede tener fantasías en común y realizarlas, así como pueden tener cada uno la suya, que es lo más común. Pero existiendo intimidad, complicidad y diálogo, así como una mente abierta, se puede buscar la realización de aquello que queda bien guardado en la mente de cada ser. Pero eso es una elección y no una necesidad u obligación. No podemos olvidar que existen fantasías que las personas prefieren que queden guardadas en sus pensamientos más secretos e íntimos, en la magia del campo mental que da origen a las fantasías y que por algún motivo, no necesitan salir al mundo de la realidad, eso también es saludable.
Hay que saber que la fantasía sexual es sólo un mensaje que está para que podamos descodificarlo, interpretarlo. Está acompañada de muchos sentimientos, deseos... y por eso se da de distintas formas. Muchas veces, lo que aparece en las fantasías sexuales que tenemos es una necesidad de afecto de las personas involucradas, o incluso de obtener el efecto que la situación fantasiosa proporciona. El aspecto importante de las fantasías sexuales, es que permiten a la persona la posibilidad de experimentar varias situaciones, la libertad de escoger, de querer vivir o no sus fantasías.
Vivir las fantasías sexuales, puede ser algo muy estimulante, una experiencia única y deliciosa, pero jamás traspase su voluntad y la de la persona que está con usted, eso no sería legal.
Por Adriana Sommer da Costa Sexóloga |