LA SEXUALIDAD EN EL ADOLESCENTE ENTRE LOS 13 Y 19 AÑOS.
Es una etapa de la adolescencia donde el cuerpo tiene sus formas más definidas, la transformación del cuerpo ya no asusta tanto, aunque tiene un componente nuevo ya que va aumentando las hormonas sexuales que están a flor de piel y pueden respirarse en el aire, haciendo que el adolescente sea pura adrenalina. Ellos ahora sólo quieren saber de sexo, hablar de sexo, ver al sexo opuesto, hacer sexo (aunque con más intensidad en los chicos), ya que en las niñas esta etapa llena de pasión llegará un poco más tarde y de allí los frecuentes desencuentros amorosos.
Ahora surgen dos situaciones importantes: el énfasis cultural en relación al sexo y la diferencia en los papeles sexuales entre hombres y mujeres.
Este periodo de la adolescencia está marcado por algunas etapas que van a llevar al sexo, pero que en realidad están siendo revividas porque en la infancia ya se habían manifestado.
Una de las manifestaciones de carácter sexual que se da en la infancia es que vuelve a aparecer la fase del placer visual. El adolescente se siente muy atraído por grabados y fotografías de mujeres o de escenas eróticas, por eso, los que conviven con adolescentes ya se habrán dado cuenta de situaciones del tipo de intentar mirar por los agujeros de las cerraduras, a través de las puertas..., usan ese tipo de recursos para saciar su curiosidad y aunque el uso de la visión es muy frecuente, si sólo se dedican a eso puede ser un síntoma de que las cosas no van del todo bien. La normalidad en esta edad es que el niño observe y haga comentarios al respecto de lo que ha visto manifestando su interés sexual. Lo que ya no es normal es cuando intenta esconder al máximo sus fotos, libros o revistas sobre sexo y siente una gran culpabilidad por ello, evidenciando que puede presentar deformidades en su comportamiento sexual.
Lo que reaparece en la adolescencia, cosa que ya se dio en la infancia, es la actitud de exhibirse y mostrar placer por ello. Al niño le encanta mostrar su cuerpo y cree que a los adultos les gusta verle así, esto puede entenderse como una forma de darse a los padres y cuidadores. En la adolescencia esto está más ligado a la vanidad, pues se sienten orgullosos de sus órganos sexuales. En los colegios con duchas colectivas, no faltan las oportunidades para exhibirse y es aquí donde se puede verificar hasta qué punto ese tipo de comportamiento es normal o no, ya que esta fase existen otros tipos de satisfacción sexual, que no pueden ser satisfechos sólo con el hecho de exhibirse .
En cuanto a la masturbación, las diferencias entre niños y niñas también existen ahora, pero no en cuanto a su origen, pero si por la frecuencia. Pues a lo largo de la adolescencia y hasta la edad adulta, el comportamiento masturbatorio se da con mucha más frecuencia en los chicos (disminuyendo cuando empiezan a mantener relaciones sexuales), lo que ocurre al contrario con las chicas, que aún manteniendo relaciones sexuales, el acto de masturbarse tiende a aumentar gradualmente.
Aún con tantas aclaraciones sobre la masturbación y los cambios de actitud que ha habido en este siglo, todavía algunas personas tienen sentimientos contradictorios y de culpabilidad ante el tema de la masturbación, que muchas veces está indicada en caso de terapia sexual.
Por Adriana Sommer da Costa Sexóloga |