TRASTORNO ORGÁSMICO FEMENINO- ANORGASMIA FEMENINA.

La característica principal de la anorgasmia femenina es la falta de orgasmos después de que se dé una excitación normal y puede ocurrir tanto en el acto sexual como en la masturbación. La mujer consigue que el organismo responda a la excitación sexual, con la lubricación de la vagina o el aumento del volumen de la vulva, pero no consigue el orgasmo.

Existen tres tipos de anorgasmia femenina: la primaria es aquella en que la mujer, desde el inicio de su vida sexual nunca tuvo un orgasmo. La secundaria es cuando la mujer ha experimentado algunos orgasmos y por algún motivo ha dejado de hacerlo. Existe también una anorgasmia situacional, que se caracteriza por la obtención del orgasmo, pero sólo bajo determinadas condiciones.

No existe un tipo ni momento ciertos para el orgasmo, para cada mujer es distinto el tipo e intensidad de estimulación que le lleva al orgasmo. Por eso el diagnóstico para el trastorno orgásmico está fundamentado en el juicio clínico de que la capacidad orgásmica de la mujer es menor de lo que se podría esperar para su edad, experiencia sexual o tipo de estimulación sexual que recibe.

El trastorno orgásmico femenino, en principio, no posee causas físicas, es decir, no existe en un cuerpo femenino normal, nada que pueda explicar la ausencia de orgasmos. Además, esto no está ligado a ningún otro trastorno mental , de no ser a otras disfunciones sexuales. Este trastorno está ligado a cuestiones psicológicas de la mujer que lo vive, pudiéndose citar: la educación sexual adquirida, si fue molestada sexualmente, la represión, la falta de conocimiento de su propio cuerpo, la inexistencia de comunicación o intimidad adecuada con su pareja....
Además de cuestiones individuales, otras culturales pueden explicar la ausencia de orgasmos en algunas mujeres. El imperativo social hasta hace pocos años, era que ellas no podían sentir orgasmos, ya que estos eran sensaciones que sólo las mujeres profanas podían tener. La mujer, hasta la década de los 60 en que se dio la revolución sexual, era un simple objeto de su pareja, y aún hoy, en ciertas culturas, tiene prohibido el deseo sexual y el orgasmo.

Aún con toda la liberación y propaganda en los medios de comunicación, todo esto es muy nuevo para la mayoría de las mujeres. Cada vez se conoce más el cuerpo femenino y la forma de cómo expresar su sexualidad, pero esto no basta para que muchas se sientan cómodas con el sexo, ya que se les enseñó algo diferente. Tampoco la actual imposición de la sexualidad facilita la experiencia de algunas mujeres, por el contrario, ellas se sienten obligadas al placer, tanto si internamente o no, se sienten cómodas para ello en su relación.

Por más difundido que esté que el orgasmo se obtiene fácilmente, esa no es la verdad. Los factores psicológicos, culturales y también sentimentales, en relación consigo mismo o con el otro, pueden influir en el gozo sexual. Cualquier dificultad que aparezca debe ser observada y se debe buscar la ayuda apropiada.

La sexualidad es muy bonita y al mismo tiempo misteriosa. Puede haber dificultades, pero también soluciones. Es deber de cada uno conocer su cuerpo y sacarle el mayor provecho. La información, en términos de sexualidad, nunca está de más

Por Anne Griza
Sexóloga