Estados Unidos, aunque tiene una de las sociedades más puritanas del mundo, tiene en la industria del sexo uno de sus más prósperos negocios.

La invasión de sexo en Internet ha cambiado el comportamiento sexual de las personas, ya que la accesibilidad ha dado como resultado un creciente interés por la pornografía.

En cuanto a la prostitución, los Estados Unidos son receptores, es decir demandantes de personas que se dedican a ejercerla. Las cifras nos dicen que unas 25.00 mujeres (sobre todo latinas), entran cada año en el país llevadas por las mafias para ejercer la prostitución y son sometidas a algún tipo de esclavitud sexual.

Un hecho a destacar es que el pueblo norteamericano es muy dado a trasladarse a otros países a hacer turismo sexual.

En cuanto a Internet, las cifras que se mueven son escandalosas, ya que son los Estados Unidos el mayor productor de este sector dentro de la industria del sexo. Podemos encontrar en la red sexo en todas sus modalidades: webcams, desnudos, porno, parafilia, zoofilia y todo lo que uno se pueda imaginar. Lo peor es que hay numerosos pederastas que, amparados en los vacíos legales que existen, publican en Internet todo tipo de material sexual con menores.

Los teléfonos móviles son otra de las novedades más recientes incorporadas a la industria del sexo de Estados Unidos, a través de ellos se puede acceder al visionado de películas pornográficas de cualquier contenido.

Pero quizás una de las facetas más importantes de la industria del sexo en Estados Unidos, sea la producción de películas pornográficas. Se manejan unas cifras que indican que hay alrededor de 11.000 filmaciones al año, que generan unos ingresos de unos 12.000 millones de dólares. También con el alquiler de DVDs se vienen a recaudar, anualmente, unos 6.000 millones de dólares.

Todo esto unido, a lo que tradicionalmente ha venido siendo la industria del sexo (locales de alterne, sex-shops, cabinas de visionado en directo...), nos da una idea de las cifras que la industria del sexo mueve en Estados Unidos.